Labios, copas y tricomas. Cap_8


8.-






Para celebrar el buen plan que teníamos esa noche, y aprovechando los últimos rayos del sol, nos metimos todos, una última vez, en el mar. Después recogimos las cosas mientras hablábamos del desfase que iba a ser esa noche y nos organizamos para vernos después. Yo en cuanto pude, que fue cuando iba a buscar a mi corcel, llamé a Mike, Paul y ha Lys para contarles lo de la fiesta. Mike y Paul me dijeron que vendrían a “La primera”, donde habíamos quedado todos antes para ir juntos, y Lys me contestó que ya sabia de aquella fiesta y que me iba a llamar para decirme que iba a ir con Helen y con Rebeca, asique quedamos en que nos encontraríamos allí. No sé porque, me puse nervioso al saber que Lys y Helen eran tan amigas cómo para ir a una fiestas juntas. Cuándo termine de hacer esas llamadas conduje de vuelta a casa. Lo hice bastante bien pese a ir ya bastante borracho. Llegue a casa y Dan estaba viendo la televisión mientras se tomaba una cerveza en el salón. Le conté el plan que teníamos, lo de la fiesta en la mansión abandonada con bebida gratis, pero aún así dijo que no quería salir y en ese momento supe que le pasaba algo más, asi que me puse serio.- Dan, ¿que te pasa colega? ¿Hay algo de lo que quieras hablar tío? Porque no es normal que no quieras venir y lo sabes, asique algo te pasa.- -No es nada colega, id y pasarlo bien, es sólo que estoy cansado.- Dijo haciéndose de rogar. - Veeenga, pequeñín peludo, sabes que puedes contar conmigo.- Le dije para insistir un poco más pues ahora ya si que se notaba que le pasaba algo.- La verdad es que no se porque no te lo he contado, pero fui a ver a mi madre y resulta que está embarazada.- Hizo una breve pausa. - De mi padre, otra vez. No sé en coño piensan, ¿no les ha bastado con traer un hijo al mundo para jodérsela que ahora quieren otro? Y la subnormal de mi madre creé que ese niño cambiara las cosas, que cambiara a mi padre, y que todo se convertirá en un cuento de hadas. Está jodidamente zumbada.- Dijo, alzando la voz frase por frase y siguió diciendo lo subnormales que le habían tocado por padres. También me contó que su madre le había dicho que su padre había dejado de beber desde que se marchó de casa y que estaban muy preocupados pero querían dejarle su espacio. La verdad es que su madre parecía que vivía en una realidad lejana a la nuestra. Dan no lloraba, pero se le notaba que todo eso le estaba provocando mucha ansiedad, así que intente tranquilizarlo y cuando lo logré, siguió hablando.- Por eso no quiero salir, colega, no quiero terminar cómo esos dos. Además, en cuánto nazca ese chaval pienso protegerle de todo en esta vida y, si puedo, en la siguiente, y a mi madre también, mantendré a ese hijo de puta a raya y en cuanto la cague una vez lo pienso echar para siempre. Mi madre si quiere que se vaya con él, pero de mi hermano me ocupo yo.- Dijo, ya con lágrimas en los ojos y lo intenté consolar diciéndole.- Todos te ayudaremos a cuidar de ese niño y que no le pase nada, te lo prometo, cuenta con nosotros.- Él me abrazó y no dijo falta que dijera nada más. Cuando se tranquilizó volví a preguntarle por lo de la fiesta sabiendo que su respuesta iba a ser sí. Nos preparamos algo de cenar antes de ducharnos y, una vez duchados y maqueados, salimos en busca del coche para ir a “La primera”, donde habíamos quedado con todos los demás. Con un Dan ya a tope de energía tras haberlo soltado todo llegamos al primera mientras le hablaba de Lys. No fuimos ni por poco, los primeros en llegar pues Tony y Cortés no habían pasado por casa, uno porque ya estaba duchado después del gimnasio y el otro porque se le habían perdido las llaves de su casa en la playa y no tenia cómo entrar porque su compañero de piso no estaba en casa y no le cogía el teléfono, asique se hicieron compañía.

Uno a uno fueron llegando todos, menos Drake que a última hora se había rajado. Aprovechando que estábamos allí nos tomamos una ronda y saludamos a Dana y Alice, Tomo no estaba aquella noche allí. En cuánto jugamos un par de partidas de futbolin, mientras nos bebiamos las copas, nos fuimos de allí. Nos organizamos para ir en los coches, pues Karl, Logan y Paul habían venido desde sus casas aparte de que Tony y Cortés ni siquiera habían pasado por ellas, asique teníamos dos coches, el de Mike y el mío. Dan, Karl y Logan se subieron en el mío mientras que en el de Mike iba el resto del grupo. La mansión no quedaba muy lejos de donde vivía Karl, que había sido el único en escuchar a Tony cuándo dijo donde estaba. Tenían que pasar las distintas urbanizaciones que habían al este de la ciudad, coger la carretera hacía el “Cream Cape” y coger un desvió que había hacia la playa “Cupcake”. A La mansión se podía acceder cogiendo uno de los caminos de tierra que habían antes de llegar a la playa, pero antes de llegar a ese camino empezaron a escuchar música y a ver coches aparcados en los lados de la carretera. Apararon ambos coches, que se habían ido adelantando el uno al otro casi todo el camino en una especie de competición, y, viendo cada vez más y más gente y emocionándose por tal fiesta, fueron acercándose a la mansión por el camino de tierra lleno de coches a los lados. A cada paso que daba más alto escuchaban la música y ya veían las luces que salían de dentro de la mansión e iluminaban su perímetro, aunque fuera, en la entrada, en la que había una fuente por la que dos ángeles de piedra alguna vez mearon agua, había aparcados bastantes coches con su propia música y con los faros encendidos para dar ambiente.- Joder, que ambientanzo, Jim sabe cómo dar una buena fiesta.- Cortés llevaba a tope desde que habíamos bajado de los coches. Los demás, la verdad, estábamos un poco atontados mirando para todos lados y hablando entre nosotros de si conocíamos a ese o aquel otro. Llegamos por fin a las puertas de la mansión tras subir por una escalinata que llevaba a ellas. La puerta eran enormes y estaban abiertas dejando escapar la música y ver un poco de lo que nos esperaba dentro, puta deprabación. No eran ni las doce y media y la mansión ya estaba llena de gente. En el recibidor de la mansión, un cuarto enorme con dos escaleras que subían a los pisos superiores en cada lado, caían desde el techo unas jaulas de metal bastantes pequeñas en las que habían encerradas unas stripers y unos boys los cuáles, mientras bailaban, iban saludando a todos los que entraban. Antes de pasar al salón principal había una barra con un camarero, bien provisto de todo, que te servía lo que le pidieras, incluidos todo tipo de drogas, por lo que pudimos comprobar. Fue en esa barra en la que perdimos a Cortés, Logan, Tony y Paul, y no los volvimos a ver en un buen rato. Mike, Karl, Dan y yo pasamos al gran salón principal, repleto de gente y con más jaulas colgando del techo con Stripers y boys bailando dentro. El Dj, que no era otro más que Tom, estaba dando saltos, sudando, mientras un remix de “In the name of love” de Matin Garrix reventaba los altavoces haciendo pegar botes a todo el a casi todo el mundo, exceptuando a las parejas que se estaban enrollando y eran tantas que las había allí donde miraba. Yo buscaba entre toda esa gente a Lys, pero Mike y el resto estaban ya dándolo todo y yo no podía quedarme atrás. De vez en cuando, los “bailarines” que estaban en las jaulas nos tiraban alcohol encima y había un generador de vapor que hacia que toda la gran sala estuviera cómo en una nube. Volvimos a encontrar a los demás, de casualidad entre toda la gente, y resultaba que, cómo no querían estar yendo todo el rato a pedirle copas a los camareros que había en distintos puntos de la mansión, habían robado todo el alcohol y la mezcla que habían podido, aparte de copas de balón para todos. En ese momento fue cuando empezó la fiesta realmente para nosotros. Bebimos las primeras rondas muy rápido y para cuando me pude dar cuenta ya estábamos bebiendo directamente de las botellas mientras que las que habíamos terminado las tirábamos a la otra punta del salón. Más que bailar, nos empujábamos entre nosotros y al resto del mundo, que nos volvía a empujar. Aunque el punto máximo de la noche fue cuando Logan, Mike y Cortés se subieron a una de las jaulas y empezaron a bailar. Para colmo Logan se mareó y empezó a potar desde la jaula a la gente que había debajo que, del asco, mucho empezaron a potarse también entre ellos. Mike y Cortés lo sacaron de allí mientras la gente les arrojaba de todo y Tom se burlaba de Logan en público. Yo no había bebido tanto cómo el resto, y Karl y Dan tampoco. Así que nos fuimos a investigar la mansión por nuestra cuenta, aunque yo tenía otra motivación por moverme un poco, buscar a Lys.
Subimos a la segunda planta. En ella había montones de habitaciones con luces de neón y, en ellas, había gente haciendo de todo, desde pincharse heroína hasta tres o cuatro parejas follando entre ellas, y nos flipo que fueran tan drogados que ni se daban cuenta de que habían dejado las puertas abiertas mientras lo hacían o, tal vez, les ponían que la gente los mirará, porque había unos cuantos pervertidos mirando desde fuera. Otras estaban ocupadas por gente fumando desde porros hasta crital y muchas estaban cerradas sin dejar ver lo que pasaba dentro, pero ya nos había quedado claro el abanico de posibilidades de lo que podíamos esperar detrás de ellas. Andamos por aquel piso y no encontramos ninguna habitación vacía, asique subimos al tercero para ver que nos deparaba. El tercer piso que, al contrario de lo que esperábamos, estaba vacío. Andamos por el largo pasillo de aquel piso a oscuras, tal vez por eso nadie había subido allí o, quizá, habría alguien que no hubiéramos visto. Karl, que había sido más previsor que nosotros. Se había traído unos cuantos petas ya liados de casa, asi que fumamos de los suyo mientras mirábamos por una de las ventanas de una de las muchas habitaciones al mar, que estaba bastante en calma esa noche. Yo ya me había acostumbrado a la oscuridad, aunque la Luna me había ayudado bastante, cuándo empezamos a escuchar pasos por el pasillo, por el cuál un hombre estaba pasando a toda velocidad. Salimos al pasillo y mirando, para ver de donde venía aquel hombre, vimos unas escaleras que subían un piso más. -Supongo que habrá una guardilla arriba, ¿subimos y nos fumamos otro arriba?- Preguntó Dan, que tenia aún más ganas de aventura. - Venga va, ya que estamos vemos completa la mansión, ¿no, John?- Se animó también Karl, al cuál el canuto le había dejado bien a gusto porque se había fumado la mayoría dejándoles la chusta a Dan y a mí. - Y os invito a otro arriba, John. Vamos a terminar el tour anda-. Terminó diciendo al ver que no le respondía. - Mira que sois pesados, venga vamos, que quiero ver si encuentro a Lys después y así me dejáis en paz.-

Cúando nos ibamos acercando a las escaleras empezamos a escuchar gritos y golpes, cómo de alguien que se intentaba defender. - Ostia tú, si que se lo están pasando bien ahí dentro, ¿no?- Dijo Dan al escuchar los golpes y los gritos. - Eso parece, tal vez es mejor irnos y dejarlo para otro momento.- Le contestó Karl. Y nos dimos la vuelta para irnos pero escuchamos un grito que activo nuestras alarmas, “Para por favor, no, para”. Era una mujer llorando. Rápidamente nos dimos la vuelta y entramos en la guardilla. - ¿No te he dicho que esperes fuera y que después era tú turno? ¿Es que eres tonto o qué? Vigila.- Dijo una voz, la cuál reconocí al instante. - Y tú calla pedazo de zorra. ¿No querías divertirte, no querías pasarlo bien? Pues venga, que es lo que querías y para eso estás aquí.-

Era Jim intentando violar a una tía, que por cómo iba vestida seria una de las muchas stripers que había esa noche en la mansión. Él se dio la vuelta y, mirándonos, nos preguntó. -¿Quien cojones sois? ¿Que hacéis aquí? ¿Donde esta el guardia que había en la puerta?- -Aquí jefe.- Dijo una voz a nuestras espaldas y los tres escuchamos el seguro de su pistola quitarse.

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